El Castillo Fushimi era defendido por fuerzas leales a Tokugawa Ieyasu y comandadas por Torii Mototada.
El Castillo Fushimi había sido construido años antes con el objeto de servir como un lujoso palacio para Hideyoshi Toyotomi, pero fue destruido por un terremoto en 1596.
Tokugawa Ieyasu reconstruyó el castillo y lo dejó al mando de Torii Mototada.
Durante su visita al castillo, Ieyasu platicó con Mototada acerca de la posibilidad del ataque pero Mototada decidió hacer frente al ejército enemigo aún sabiendo que sus tropas eran rebasadas en un gran número con el fin de que Ieyasu pudiera escapar y rearmara su ejército.
[2] La guardia del castillo soportó el asedio durante diez días[3] sabiendo que tenían que lograr detener al ejército invasor por el mayor tiempo posible para ganar tiempo para Ieyasu.