Sitio de Belfort
Tras varios meses de combate, el general francés Charles Denis Bourbaki reunió un ejército con la intención de ayudar a las fuerzas retenidas en Belfort.El 15 de febrero se firmó en Versalles un armisticio entre Francia y Alemania.Louis Adolphe Thiers, presidente del Gobierno de Defensa Nacional, envió un mensaje urgente a Denfert-Rochereau ordenándole la rendición de la plaza.[2] En reconocimiento a la heroica defensa francesa en Belfort, según los términos del Tratado de Fráncfort, la ciudad y sus alrededores no fueron entregados a Alemania, a diferencia del resto de Alsacia.En 1880 se inauguró la escultura monumental del León de Belfort en homenaje a los defensores de la ciudad,[3] así como una plaza en París fue bautizada en honor al coronel Denfert-Rochereau.