Manfred Max-Neef

En 1957 decide abandonar para siempre el trabajo en empresas privadas, para comenzar a enriquecerse intelectualmente de manera independiente.

[6]​ Durante los años siguientes, trabaja esporádicamente en proyectos para la ONU (especialmente la FAO) y la OEA.

Las ideas desarrolladas en estos trabajos acaban por materializarse en sus textos Experiences in Barefoot Economics, subtítulo que llevaría más tarde, en 1992, su libro From the Outside Looking In, editado por la Fundación Dag Hammarskjöld de Suecia.

Fue considerado por sus ideas, enfoques económicos y ambientalistas como un adelantado para su época.

Sus obras más destacadas son dos tesis que denominó La economía descalza y Desarrollo a escala humana, las que definen una matriz que abarca nueve necesidades humanas básicas: «subsistencia», «protección», «afecto», «comprensión» o «entendimiento», «participación», «creación», «recreo» u «ocio», «identidad» y «libertad»;[9]​ además proponía una décima necesidad, pero que prefería mantener separada de las anteriores: la «trascendencia».

Todas ellas hacen hincapié en la importancia de los esfuerzos humanos pequeños y apasionados.

[3]​ En cuanto a qué hacer hoy para revertir el crecimiento no sostenible de la humanidad, Max-Neef suele ejemplificar la situación con su parábola del rinoceronte, que representa el monstruo de la modernización: parece imposible espantarlo con un palo, pero muchísimos mosquitos, reunidos espontáneamente y sin una jerarquía, pueden hacerle la vida imposible hasta que decida marcharse.

Max-Neef dando una charla en 2007.
Manfred Max Neef en 2016.