Arroyofrío (Teruel)
No dándose por satisfechos, en 1647 los habitantes del pueblo recurrieron al obispo de Albarracín, don Martín de Funes Lafiguera (1645-1653), pidiendo que se les suministraran los sacramentos y se pudiera dar sepultura a los difuntos, pues eran ya 25 vecinos.A Jabaloyas, la pérdida de su antiguo territorio -con la consiguiente merma administrativa de los derechos diezmales y primicias- no les gustó, por lo que recurrieron ante el obispo, aunque su petición fue desatendida y siguió independiente, siendo la única diócesis de Albarracín erigida en un barrio perteneciente a otro municipio.Quedan reflejadas las reformas introducidas al ser elevada la antigua ermita a iglesia parroquial, aparece la torre con sus campanas, así como la pila bautismal, tiene un nuevo Altar Mayor, habiendo quedado el pequeño retablo gótico al lado del Evangelio.La colecta de harina panificable (huevos o dinero) comenzaba el Domingo de la Trinidad en Arroyofrío: «A tal efecto, las cuatro mujeres de los cargos con sus respectivas mozas del Santo se desplazaban a la aldea, vestidas para la ocasión, siendo lo más característico del atuendo el delantal o mandil blanco bordado que se ponían sobre las ropas.Así engalanadas iban por las calles, llamando de puerta en puerta y anunciándose como las santeras de san Cristóbal, portando recipientes adecuados para recoger los donativos (capazos o escriños)».