Un arranque neumático es una fuente de energía utilizada para proporcionar la rotación inicial para arrancar motores diésel grandes así como turbinas de gas.
Un arranque eléctrico con suficiente potencia para "arrancar" un motor diésel grande, sería en sí mismo de una dimensión que no sería práctico, por lo tanto, surge la necesidad de un sistema alternativo.
Para arrancar el motor, se deja pasar aire comprimido a cualquier cilindro que tenga un pistón justo sobre el punto muerto superior, forzándolo hacia abajo.
Los arranques eléctricos y su cableado pueden calentarse excesivamente si se tarda más tiempo del esperado en arrancar el motor, mientras que los arranques de aire pueden funcionar siempre que dure el suministro de aire.
Los arranques de turbina son mucho más sencillos y se ajustan perfectamente a los motores de turbina, por lo que se utilizan ampliamente en los grandes motores de turbohélice utilizados en aviones comerciales y militares.