[1] Inicialmente el vicario apostólico, con sede en Jartum, tenía jurisdicción sobre un territorio muy extenso, incluyendo, en todo o en parte, los actuales Sudán, Sudán del Sur, Chad, Níger, Malí, Burkina Faso, Argelia, Guinea, Uganda, Egipto, África Central, Camerún.
Como era costumbre en ese momento, la nueva fundación se colocó bajo la protección del Gobierno austrohúngaro.
La extrema cautela con la que Casolani actuó y su excesiva demora en iniciar la misión convencieron a la Santa Sede de que Annetto Casolani no era el hombre adecuado para esta empresa, y de hecho lo obligaron a dimitir.
[3] Entre los misioneros del Imperio de los Habsburgo presentes en África, 46 de los cuales murieron a causa del clima, también había algunos italianos, iniciados en la misión por el sacerdote veronés Nicola Mazza, entre ellos Daniele Comboni, Giovanni Beltrame, Alessandro Dal Bosco, Francesco Oliboni y Angelo Melotto, que llegaron a Sudán a finales de 1857.
En 1930 había sólo unos 3000 fieles, muchos de los cuales eran católicos coptos y melquitas; había ocho estaciones misioneras atendidas por 16 misioneros, asistidos por 11 laicos y 24 religiosos.
La diócesis de El Obeid fue dada como única sufragánea a la nueva sede metropolitana.