Las ramas son muy densas y están armadas de espinas rígidas.
Las flores se agrupan por parejas, aunque a veces son solitarias.
Los frutos están en una vaina o legumbre cubierta de pelos sedosos.
[1] El erizón es endémico del Macizo Central francés y de los Pirineos.
Esta especie se acompaña de enebro enano, gayuba, abrotano hembra en algunas zonas y diversa herbáceas como Teucrium pyrenaicum, Teucrium polium, Crepis albida, Plantago lanceolata, Hippocrepis comosa.