Se suelen alimentar en el fondo marino, y los machos, especialmente los de mayor tamaño, arraigan más profundamente en el sustrato.
Una flota de más de 20 barcos, a diario, durante más 60 años, consiguió cambiar el fondo marino alterando los elementos biológicos del mismo, propiciando un hábitat ideal para el fitoplancton.
Esto produjo, unas condiciones únicas para alimentar a las gambas de esta área.
A pesar de que esta gamba lleva pescándose en Garrucha desde finales de los años 50, en las últimas décadas este precio ha ido aumentado aún más debido a su creciente popularidad.
En los últimos años el precio de la Gamba de Garrucha ha oscilado, dependiendo del tamaño del espécimen, entre 40 y 130 euros el kilo, llegando en algunos momentos a venderse hasta 225 euros el kilo.