Está considerado el mejor arquitecto moderno de Grecia.
Solía comentar, citando a Dionisos Solomós, que la arquitectura debería practicarse «por la reflexión y por el sueño».
[1] Desde 1937, Konstantinidis trabajó en el Servicio de Urbanismo de Atenas, así como en el Organismo de la Vivienda Obrera, para el que construyó numerosos complejos residenciales en varias ciudades del país.
[1] Entre sus obras, además de hoteles y museos, se encuentran cines, centros comerciales, salas de exposiciones y casas unifamiliares; estas últimas, generalmente al borde del mar, le otorgaron una gran fama.
[1] En 1990 fue galardonado con el Premio Herder otorgado por la Fundación Alfred Töpfer de Hamburgo.