Argentina (locomotora)

Se incorporaron mejoras estructurales y termodinámicas en la locomotora reconstruida junto con una apariencia externa aerodinámica inspirada en locomotoras construidas en Estados Unidos, Reino Unido y Francia.

El peso total en funcionamiento, excluyendo la carbonera, ascendió a 68 toneladas.

El tercer juego de ruedas motrices no tenía pestaña.

No se requirió brida para esta caldera totalmente hecha a mano, ahorrando así considerables sumas en la construcción.

[3]​ La caja de fuego se encontraba sobre los bastidores y estaba equipada con una rejilla completamente oscilante.

Mientras que muchos trenes seguían funcionando sin frenos continuos, Porta se aseguró de que la locomotora estuviera lista para el futuro al instalar frenos de aire en la locomotora.

Esto se debe en gran medida al uso de acero dulce soldada en muchas áreas, como los pistones, cilindros, carcasa aerodinámica, extensión del tanque del tender y cajas de eje.

En 2000 el ingeniero Livio Dante Porta decidió devolver la locomotora a Buenos Aires con la intención de restaurarla para ponerla en servicio, incluso planeaba incluir algunas modificaciones.

Un grupo de ingenieros mecánicos e informáticos liderados por el británico Martyn Bane intentaron recaudar cerca de diez mil libras para mover la máquina a un sitio más seguro en Buenos Aires.

[5]​ Para obtener fondos se vendió un video en VHS con imágenes de la locomotora en acción.

Diversos factores hicieron imposibles su recuperación, entre ellas el lugar complicado en el que se encontraba la máquina, la situación económica del país.