Sin embargo, cuando se realizan desmontes en roca suelta, los taludes del corte no siempre pueden soportar su propio peso y en ocasiones tienden a deslizarse hacia el fondo de la trinchera.
En estas circunstancias, puede colocarse una serie de arcos volantes para sostener las paredes laterales.
A diferencia del arco convencional, la carga vertical sobre el arco es simplemente un peso muerto que se aprovecha para generar el empuje lateral que permite contener el empuje de las paredes.
En cortes pequeños, los muros de contención son una solución más común, aunque la mampostería gruesa requerida para construirlos puede ser un elemento costoso.
Algún tiempo después de la reconstrucción, se abrió el extremo este del túnel (reduciendo la longitud a 788 yardas (720,5 m)) y el desmonte resultante se sostuvo mediante dos arcos volantes construidos con ladrillos.