Los planes contemplaban la construcción de un palacio para uso expositivo (Palais d'Exposition) al estilo clasicista, con sus dos alas simétricas conectadas por una doble columnata semicircular, completada por una arcada monumental.
Esta configuración se inspiró principalmente en el Palacio Longchamp de Marsella, inaugurado en 1869.
El proyecto original contemplaba una estructura de un solo arco, coronado por las figuras de Apolo y Mercurio, que representan el arte y la industria.
Tras más de dos décadas de retrasos, solo se necesitarán ocho meses para que los 450 trabajadores que se turnaban día y noche completaran la estructura.
Las dos fachadas del monumento son idénticas, y su base, caracterizada por sus gruesos almohadillados rústicos, forma una continuación de la base del hemiciclo y de los pabellones adyacentes.
Las paredes internas de los arcos contienen aberturas arqueadas (arcos transversales) —de tamaño mucho menor al de los tres arcos principales— que conectan entre las bóvedas de cañón, es decir, los espacios creados entre los arcos (tanto unos como otros), y en los extremos con pasajes cubiertos que se extienden a ambos lados de la arcada, entrando en las columnatas que forman el hemiciclo.
Los arcos transversales están coronados por una guirnalda de laurel en relieve, así como por una gran placa que iba a recibir un bajorrelieve, nunca realizado.
En los planos originales del arco, aparecen dieciséis esculturas repartidas por el ático, descritas en detalle y con los nombres de los ocho artistas elegidos para su creación.
Finalmente se ha procedido a la realización de solo ocho de las figuras —cuatro en cada lado—, siendo las cuatro Femes, la fuerza, la caridad, la libertad y la sabiduría, ubicadas todas sobre los soportes que, formando parte del ático, parecen continuaciones de las ocho columnas a ambos lados del arco central en ambas fachadas.