La tradición la remonta al siglo VI a. C., cuando se dice que estas murallas fueron construidas por el rey romano Servio Tulio.
Sin embargo, los estudios modernos y las pruebas arqueológicas indican que data del siglo IV a. C.[1] El arco de la puerta se volvió a dedicar en 262 como Arco de Galieno.
Tito Livio relata el plan estratégico del cónsul Valerio para ahuyentar a los saqueadores etruscos que asolaban los campos romanos.
Sin embargo, los ciudadanos que Mario había reclutado para defender la ciudad, les arrojaron ladrillos y piedras.
[1] La conversión en triple arco fue patrocinada por el équite M. Aurelio Víctor en el año 262 para honrar al emperador romano Galieno.