Se instaló en los locales que ocupaba esta misma Comisión Provincial de Monumentos, un inmueble propiedad de la Diputación en cuyo sótano se apilaban los protocolos notariales y donde, naturalmente, no había espacio para ubicar las dependencias del archivo.
Fue nombrada directora María Teresa Triguero Rodríguez, funcionaria del Cuerpo Facultativo de Archiveros y por entonces jefa del saturado archivo de la Delegación de Hacienda, que era la había puesto la iniciativa y realizado todas las gestiones para que se creara el Archivo Histórico Provincial.
Cuando, en 1969, la directora fue trasladada a Simancas, el archivo ya estaba en funcionamiento, aunque al año siguiente perdió su despacho provisional en la Comisión de Monumentos, de modo que hubo que habilitar un lugar de trabajo para personal e investigadores en un rincón del depósito.
Pronto se desbordaron los cinco kilómetros de estanterías disponibles, haciéndose necesario encontrar una sede más adecuada.
El Archivo Histórico recibe cerca de 4.000 visitas anuales.