Finalizada la Guerra Civil Española, empiezan los trámites para reconstituir la archicofradía, siendo refundada de nuevo en el año 1939.
La hermandad procesiona por primera vez a principios del siglo XVII con túnicas moradas, aunque existen fuentes que hacen considerar una mayor antigüedad, o por lo menos en cuanto a la imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno ya que existía una sociedad de fieles que se cobijaban bajo el amparo de dicha imagen.
Cabe decir que la adopción de Santa Elena como patrona se habría debido a la devoción surgida en Castilla hacia la Vera Cruz.
El itinerario procesional culminó en la catedral primada, donde tuvo lugar el sermón ofrecido por el cardenal arzobispo de Toledo, Antonio Cañizares.
Los lunes de Cuaresma tienen lugar, en su capilla, sermón, miserere y credo como preparación a la Semana Santa.