Esto generó alguna publicidad, el hueso fue mostrado al rey Abdullah I de Jordania y dio cuenta a la comunidad científica del hallazgo.
En 1975 Douglas A. Lawson, estudiando al emparentado Quetzalcoatlus, concluyó que el hueso no era un metacarpo sino una vértebra cervical.
Hoy la sección media está perdida; el hallazgo original medía unos 62 centímetros de longitud, pero se ha roto en tres partes.
[4] Las estimaciones posteriores han sido más moderadas, a veces tan bajas como siete metros.
Ambos conceptos han caído en desuso dado que dichas formas ahora son comúnmente asignadas a la familia Azhdarchidae.