Aoba (1927)

En la base de Kure recibió nuevos tubos lanzatorpedos y artillería antiaérea.

Su puente fue reconstruido y su casco ensanchado, volviendo al servicio activo en octubre de 1940.

Tras la caída de Wake, el Aoba participó en los múltiples desembarcos japoneses en las Islas Salomón y Nueva Guinea.

Problemas irreparables en sus máquinas limitan su velocidad a tan sólo 25 nudos.

Nuevos ataques el 28 de julio incendiaron los restos y arrancaron la popa.