Los dos primeros obispos se retrasaron varios meses, así que Valdivieso y Las Casas tuvieron tiempo de intercambiar experiencias y apoyarse mutuamente ante las dificultades, según se ve por dos hermosas cartas que escribieron y firmaron juntos.
La Santa Sede concedió cierto privilegios a los Obispos ordenados en América, tales como: la consagración por un solo obispo,[13] usar el bálsamo indígena y no el alejandrino como en Europa,[13] Sixto V, ordenó que los obispos residentes fuera de Europa hicieran sus visitas cada diez años.
[15] Para Valdivieso, la familia Contreras era la causa principal del desosiego de Nicaragua.
[17] El historiador Andrés Vega Bolaños señala entre los asesinos a Joan Herrera, Diego Salazar, Gaspar Núñez, Juan Gomes de Anaya, Sebastián Bautista, Pedro González de Landa, Hernán Nieto y Diego Nieto.
[20] Su muerte no cambió la constante social de Nicaragua, pero tuvo un fuerte impacto en su época y comenzó desde ese mismo momento una leyenda que considera a la ciudad como lugar maldito, en justo castigo por esta muerte.
ha escrito sobre los aportes y significación de su figura para Centroamérica en especial: [22]