Siendo niño se trasladó a Llanes para estudiar bajo la tutela de sus tíos por parte materna.
Estudió en Llanes y una vez finalizados sus estudios ingresó en el seminario de Murcia.
Ordenada la dispersión de sus integrantes por Fernando VII fue trasladado a Ciudad Rodrigo en Salamanca en primera instancia y poco después a Villafranca del Bierzo en León, como abad mitrado de su colegiata.
En 1820 tras la revolución iniciada por Riego es nombrado miembro del Consejo de Estado y en 1821 obispo de Cartagena, cargo al que se vio obligado a renunciar en 1825 tras la restauración del absolutismo y por imposición del nuncio en Madrid, exiliándose a continuación en Aix-en-Provence (Francia), donde residió hasta la muerte de Fernando VII.
Procurador por Murcia y prócer del Reino, el 20 de julio de 1834, en la primera sesión del Estamento de Procuradores creado por el Estatuto Real, fue elegido presidente interino, manteniéndose en él hasta el día 29 en que dio posesión al conde de Almodóvar.