Antonio López Torres

Era tío del también pintor Antonio López García, al que inició en el estudio de la profesión.Casi la totalidad de sus obras se encuentran en el Museo Antonio López Torres[1]​ en Tomelloso, dedicado a su persona, por deseo expreso del mismo, que donó sus obras al pueblo que lo vio nacer y morir.De los años 30, cuando empieza su producción paisajística, destacan Los dos borricos, Muchachos en el campo, Mi abuela Juana y Paisaje con niños.Con la obra Comiendo sandía se adentra en los años cuarenta, etapa de madurez del artista cuyas obras más representativas son El pastor, Muchachos cogiendo hierba y Niños en un rastrojo.Dentro de dicho museo se encuentran varias salas donde se observan las ya nombradas dotes artísticas del pintor manchego, entre otras obras algunas, por cierto, inacabadas, lo que les da, si cabe, un mayor toque de anhelo y grandiosidad.
Museo Antonio López Torres. Tomelloso