Antonio Hernández Palacios

La Guerra Civil interrumpió su carrera y a su término se inició en la ilustración de carteles cinematográficos que le proporcionaron un gran dominio del espacio plástico y una cierta tendencia a la monumentalidad.[1]​ No obstante, la mayor parte de su vida profesional transcurrió durante estos años, y hasta finales de los 60, trabajando en el campo publicitario, donde llegó a alcanzar gran prestigio y renombre.En Trinca terminaron apareciendo publicados los títulos de Manos Kelly y El Cid, así como una nueva serie La paga del soldado caracterizadas todas ellas por un dibujo espectacular y opulento, bastante superior al nivel de sus guiones.Paralelamente a este western, realiza diversos trabajos para la colección Imágenes de la Historia de la editorial Ikusager, iniciando en plena Transición política una serie sobre la guerra civil española que había pensado desarrollar en unos veinte volúmenes, de los que solo vieron la luz finalmente cuatro, titulados respectivamente Eloy, uno entre muchos (1979), Río Manzanares (1979), 1936, Euskadi en llamas (1981) y Gorka Gudari (1987)."[2]​ Jesús Cuadrado, por su parte, ha destacado su "autodidactismo técnico, aunque desaforado y acrítico".