Antonio Cubero y Sebastián

fue un comerciante, famoso por sus memoriales sobre la situación económica de Aragón en el siglo XVII.

[2]​ Mientras que Pedro siguió la carrera religiosa, Antonio se dedicó al cultivo de las tierras familiares constando como labrador.

[2]​ Pese a ello se dedicó también al comercio, viajando por España,[2]​ América,[3]​ Brasil[2]​ y Portugal.

Los viajes fueron una fuerte influencia para Cubero, poniéndolo en contacto con ideas económicas como el mercantilismo.

[6]​ La salida de oro y plata eran vistos como causa del empobrecimiento del reino, especialmente a medida que el sistema fiscal iba requiriendo pagos en moneda para sostener la Unión de Armas.