Antonio Arcos

Durante las guerras Napoleónicas, Antonio Arcos apoyó a los franceses participando en las batallas de la Victoria y Tolosa, bajo el mando del mariscal Jourdan.Tras la caída del Imperio francés, debido a su posición, se exilió en Londres, donde hacia 1814 vivía en condiciones muy difíciles, hasta que fue contratado para trasladarse al Río de la Plata.Se estableció en Mendoza y, con el apoyo del general San Martín, fundó una escuela de matemáticas a la que asistieron numerosos oficiales del ejército que se formaba en la región.Junto a Jorge Beauchef, crea la Escuela Militar, de la que fue el primer director.[5]​ Desengañado, vuelve a París, donde muere al año siguiente, legando importantes sumas de dinero.