Antoni Campañà

Comenzó los estudios de Peritaje mercantil en Barcelona pero no los terminó y se puso a trabajar en una tienda de fotografía, en la que estableció contacto con diferentes fotógrafos.Forma parte junto a sus amigos citados de una generación de fotógrafos defensores del pictorialismo en la que se incluyen José Ortiz-Echagüe, Claudi Carbonell y otros.Su fotografía más laureada la realizó en 1923 y se llama Tracción de sangre, se trata de un bromóleo que representa dos caballos tomados desde un ángulo contrapicado, la técnica del bromóleo la estuvo empleando hasta 1946.Treinta años después de su muerte, su familia las encontró y una parte de ellas se ha publicado en un libro escrito por el historiador Arnau Gonzàlez Vilalta titulado La capsa vermella.[5]​ Su trabajo como fotoperiodista se muestra en sus colaboraciones con los diarios El Día Gráfico, que se publicaba con la técnica del huecograbado y especialmente en La Vanguardia, siendo suya la fotografía de la primera portada realizada con la técnica de huecograbado en color.