Antipathes significa ‘contra sufrimiento’, y el origen del nombre griego está relacionado con preparados medicinales que se elaboraban a partir de estos corales.
La mayoría viven en aguas profundas, por debajo de los 30 m, por lo cual han sobrevivido a la sobrepesca, ya que también son utilizados en joyería.
El color de sus tejidos puede ser blanco, amarillo, naranja, rojo, negro, marrón o verde.
Estos corales se encuentran en todas las cuencas oceánicas, desde las aguas tropicales, dónde son más abundantes, a las aguas templadas de Tierra de Fuego o Alaska.
En zonas con fuertes corrientes unidireccionales, se orientan en sentido perpendicular a las mismas.