Antiguo túnel de Tetuán

Estos fueron dirigidos inicialmente por el ingeniero Alberto de Corral (quien posteriormente sería autor del último puente de Atarazanas), aunque más tarde fue reemplazado por Narciso Cuevas.

[10]​ Más adelante, durante la Guerra Civil, se usó como refugio antiaéreo (es posible que llegaran a construirse muros para atenuar la onda expansiva de las bombas) y en los años 1950 se volvió a abrir como paso peatonal, pero el constante vandalismo contra la iluminación terminó con el interés del Ayuntamiento en mantenerlo.

[11]​ Alrededor de 1970, al encontrarse su interior en mal estado, sus bocas fueron cegadas por motivos de salubridad y seguridad y en 1986 se tapó el agujero resultante junto a la entrada de El Sardinero por orden del alcalde Juan Hormaechea.

[13]​ La sugerencia resultó ganadora y en julio del mismo año el Ayuntamiento de Santander confirmó que estudiaría la viabilidad de llevarla a cabo.

[20]​ La estructura se prolongó unos 40 metros en la boca nordeste mediante un amplio falso túnel, donde existe un punto de interpretación sobre la historia del paso subterráneo con posibilidad para celebrar eventos.

[12]​[21]​ En este lugar se localizó un viejo apeadero del tranvía y un paso elevado para cruzar la trinchera y para facilitar el acceso al andén que se conservaron.

[5]​[22]​ Junto a la boca suroeste, próxima al Grupo Las Canteras, se instaló una zona de ejercicios para personas mayores.

El falso túnel con el foso de pilotes previo a la boca de acceso de El Sardinero es utilizado como espacio expositivo, con paneles informativos sobre el origen del túnel y las obras de recuperación.
Entrada a la boca nordeste del túnel, en la zona de El Sardinero, tras su restauración. En el sillar central se aprecia el escudo con las iniciales «TVS» («Tranvía de Vapor de El Sardinero»).
Las obras redescubrieron un antiguo paso elevado próximo a la entrada nordeste del túnel.