Antiguo Palacio del Arzobispado (México)
[4] Hernán Cortés, al distribuir los solares de la nueva ciudad, había destinado al centro de la ciudad dos solares contiguos para la catedral y el obsipado, sin embargo el obispo Zumárraga no quiso edificar ahí.[5] Una vez adquiridas, el obispo comisionó al mayordomo de la catedral Cristóbal de Valderrama para que acondicionara las casas y realizara las adecuaciones necesarias para su nueva función.[6] Sobre el palacio del arzobispado en el siglo XVI, Francisco Cervantes de Salazar recopiló un testimonio realizado en 1554: Durante la inundación de 1629 el palacio resultó seriamente afectado y fue necesario realizarle diversas reparaciones.En 1720 fue ampliado por el arzobispo Pérez de Lanciego, quien en 1722 también mandó construir la cárcel en una sección del edificio.[2] En 1730 Juan Antonio Vizarrón y Eguiarreta es nombrado arzobispo de México y en 1734 virrey de la nueva España, cargos que ostentó hasta su muerte en 1747, durante su mandato el palacio del arzobispado fue reedificado en su totalidad, la obra se le encomendó al arquitecto José Miguel de Rivera Sarabia.