[1] El origen de la sala se remonta al menos a mediados del siglo XVI y se encuentra reflejada en el conocido como Plano de Covarrubias, realizado por este arquitecto describiendo la planta principal del Alcázar de Madrid en ese momento.[2] Hacia 1565, junto con la vecina Cámara, estaba siendo decorada por Antonio il Ginovese, maestre Angelo y Pelegrín.[3] A principios del siglo XVIII la sala fue unida con la Cámara, situada al oeste, para formar la conocida como Pieza de Audiencias.Era de forma cuadrilonga y contaba con una puerta en el lado norte, conectando con la antecámara; dos ventanas en el lado este, dando al corredor superior del patio del Rey; una chimenea en el muro sur; y una puerta en el lado oeste, comunicando con la Cámara.La sala recibe este nombre por ser el lugar donde los embajadores esperaban al monarca.