El grupo incluye varios compuestos entre los cuales se encuentran las estreptovaricinas y rifamicinas.
[2] Se ha notado que estos compuestos ejercen actividad antiviral hacia bacteriófagos y poxvirus.
[4] Las ansamicinas fueron descubiertas en 1959 por Sensi et al., de una Actinomyces, Amycolatopsis mediterranei.
[5] La principal diferencia entre los distintos derivados de las ansamicinas radica en el residuo aromático, el cual puede ser un anillo naftaleno o un anillo naftoquinona como en el caso de la rifamicina y la naftomicina.
Ello es de particular importancia en el tratamiento de tuberculosis (incluso en tuberculosis multirresistente),[7] lepra y otras infecciones micobacterianas en pacientes con sida y que estén usando retrovirales, los cuales son también sustrato del citocromo P450.