Su familia se instaló luego en París donde ella estudió Letras antes de dedicarse a la canción.
Anne Sylvestre empezó a cantar a finales de los años 50 en cabarets como «La Colombe» de Michel Valette, donde hizo su debut en 1957, en «La Contrescarpe», en el «Port du Salut» y en «les Trois Baudets», donde canta hasta 1962.
Su primer disco, un 17 cm, se edita en 1959, y es con Mon mari est parti cuando consigue el éxito.
En octubre de aquel año, Anne Sylvestre graba sus primeras canciones para niños, las Fabulettes.
Después de tres años, vuelve a los escenarios del Théâtre des Capucines en 1973.
En 1986, lleva a Bélgica un espectáculo con Pauline Julien, Gémeaux croisées y realiza su primera grabación en directo en el Olympia.
En 2018, Anne Sylvestre celebra sus sesenta años de carrera con una gira y un triple CD, Florilège.
Sus canciones para adultos de Porteuse d'eau (1959) en Pour aller retrouver ma source (2000) evocan principalmente la tierra, la naturaleza, el agua, el viento.
Canta además a las mujeres en canciones con sentido del humor: La faute à Ève (1978) o La vaisselle (1981), canciones tiernas: Une sorcière comme les autres (1975), Ronde Madeleine (1978) y otras más duras: Rose (1981).