Andrea Boscoli (c. 1560-1607) fue un pintor italiano del grupo de artistas florentinos que, habiéndose formado con Santi di Tito, iniciaron la reforma de la Maniera por el estudio del natural.
Alumno de Santi di Tito en torno a 1575, según Filippo Baldinucci llegó a adquirir la técnica del maestro con tal perfección que sus obras podían confundirse con facilidad.
Su manejo de la luz hace más reales las figuras y sin embargo éstas se presentan convulsas y amaneradas, reforzando el aspecto cruento del martirio destacado por la claridad de la luz que incide sobre él aun cuando se muestre en segundo plano, tras unas figuras en parte tomadas de Pontormo.
[1] En 1600 marchó a las Marcas, donde fue acusado de espionaje y encarcelado por un breve periodo.
Allí entró en contacto con la pintura de Federico Barocci y de Ludovico Carracci, modificando su estilo hacia formas propias del seiscientos y reforzando bajo su influjo su atracción por el naturalismo pero sin llegar a desprenderse por entero de su peculiar interpretación del manierismo florentino.