Pasó muchos años viajando por España, Francia y los Países Bajos, donde se carteó con Erasmo de Róterdam y otros hombres de notable intelecto.
También fue amigo cercano del rey Juan III y de sus hijos, e hizo de tutor del Infante D. Duarte.
Está enterrado en la capilla del crucero derecho de la catedral de Évora, Portugal.
Resende gozó de una fama considerable a lo largo de su vida, pero la historiografía moderna ha señalado que no era muy escrupuloso ni preciso en sus obras.
En portugués escribió: Su principal trabajo en latín fue De Antiquitatibus Lusitaniae (Evora, 1593).