Andoquio de Saulieu

Andoquio (en francés: Andoche, Esmirna, siglo II-Saulieu, 177),[1]​ fue un sacerdote, discípulo de Policarpo de Esmirna, mandado a evangelizar la Galia con el diácono Tirso, Benigno y Andéol, y que sufrió martirio por su fe en la ciudad de Saulieu en Côte-d'Or en el Morvan.

Llegaron a Marsella y subieron por el Ródano hasta Lyon de donde partió Andéol para evangelizar hacia Vivarais.

Andoquio y Tirso partieron hacia Autun donde fueron recibidos por Fausto, uno de los primeros senadores de la ciudad.

Fue cuando salieron de Autun cuando fueron arrestados, encarcelados en Saulieu (Sedelocus) y asesinados con un garrote por los romanos, en 177 cuando Marco Aurelio hizo escala en la ciudad, en compañía de Félix, un comerciante de Autun, con sede en Saulieu, que les acogió.

Fausto, acompañado de su hijo Symphorien, habría resguardado entonces sus cuerpos en un sarcófago de mármol de Carrara, luego los habría enterrado en secreto en la cripta de San Andoche y sobre la que se erigió una primera basílica.