Anarquismo filosófico

Sus partidarios piensan que el individuo "se posee a sí mismo", y que debe actuar según su propio juicio y reconoce a todo individuo la misma libertad.

Según estudiosos del tema, los anarquistas filosóficos en vez de buscar la confrontación violenta para acabar con el Estado "han trabajado por un cambio gradual para liberar al individuo de lo que pensaron son leyes opresivas y limitaciones sociales del Estado moderno y permitir a todos los individuos convertirse en seres autodeterminados y creadores de valor.

[3]​ Entre los anarquistas filosóficos se incluye históricamente a William Godwin, Pierre-Joseph Proudhon, Herbert Spencer,[4]​ Benjamin Tucker,[5]​ Max Stirner,[6]​ y Henry David Thoreau.

[12]​ Los anarquistas filosóficos pueden aceptar la existencia de un Estado mínimo como un lamentable, y temporal, "mal necesario", en un camino progresivo hacia la anarquía; pero sostienen que los ciudadanos no tienen la obligación moral de obedecer a ningún Estado cuando sus leyes entran en conflicto con la autonomía individual.

Esto es especialmente cierto entre los anarquistas que consideran la violencia y el Estado como sinónimos, o que la consideran contraproducente cuando la reacción del público frente a un aumento de la violencia resulta en una mayor "aplicación de la ley".