Las escrituras budistas, como el Kalama Sutra, tienen una actitud antiautoritaria que recomienda el cuestionamiento de la autoridad y dogmas religiosos, confiando en el juicio personal.
El budismo zen tiene, por ejemplo, algunos puntos comunes con la filosofía individualista del anarquismo (ver zenarquía).
Las comunidades budistas son frecuentemente temidas por reyes o gobernantes debido a su desapego.
Otros que han visto la conexión entre budismo y anarquismo incluyen Edward Carpenter, Ananda Coomaraswamy, Lala Hardayal, Liu Shipei, John Cage, Kenneth Rexroth, Allen Ginsberg, Jackson MacLow, Peter Lamborn Wilson, John Moore, Kerry Thornley, Max Cafard, William Batchelder Greene, así como el situacionista Ken Knabb.
El importante intelectual anarquista Pedro Kropotkin vio que las comunidades budistas primitivas ponían en practica el principio del apoyo mutuo y Matthey Turner ha notado que algunos sacerdotes budistas estuvieron envueltos en el movimiento anarquista de Japón en principios del siglo XX,