Ana de Saboya

[1]​ Se unió a la Iglesia ortodoxa y asumió el nombre de Ana.

Le sucedió su hijo Juan V quien estaba a tres días de cumplir nueve años.

Ambos gobernantes estaban de hecho aprovechando la guerra civil para sus propias ganancias políticas y territoriales.

En el verano de 1343 un emisario proclamó su lealtad al papa Clemente VI en Aviñón.

Allí tuvo su propia corte en la ciudad, emitiendo decretos en su nombre e incluso controlando una ceca.

Agioi Anargyroi es la descripción conjunta de los santos Cosme y Damián, quienes supuestamente ofrecían servicios médicos gratuitos.

La donación puede indicar que Ana padecía de mala salud y confiaba en curarse.

Un poco después ella se hizo monja y murió bajo el nombre de «Anastasia» hacia 1359.