Comenzó su actividad artística en Barcelona[1] y empezó a despuntar tras la guerra civil española y en 1940 contaba ya su propia compañía con la que interpretó Lo increíble (1940),[2]El nido ajeno (1941),[3] y Vidas cruzadas (1942), todas ellas de Jacinto Benavente y junto a Enrique Guitart.
[4] En 1942 estrena en España La herida del tiempo de John Boynton Priestley[5] a la que seguirían Don Álvaro o la fuerza del sino con Alfonso Muñoz en el Teatro Español, Hay una mujer de diferencia (1944) o Las de Caín (1945).
Desde principios de los 60 abandona el Español, pero mantiene su actividad teatral con éxitos como Largo viaje del día hacia la noche (1960), de Eugene O'Neill, La dama del alba (1962), de Alejandro Casona o La pechuga de la sardina (1964), de Lauro Olmo.
Debutó en el cine y rodó una veintena de películas, algunas de ellas Spaghetti Western en los años 60.
En esa década tuvo también una destacada presencia en televisión, con intervención en espacios como Novela o Estudio 1.