Anaïs Ségalas

Sin embargo, plantea como requisito previo para casarse su derecho a desarrollar su obra literaria sin licencia marital.

Como muchas intelectuales de su generación, Anaïs Ségalas se involucró en los movimientos feministas y usó su pluma para describir la condición de la mujer en el siglo XIX.

Según ella, la literatura debía tener un objetivo moral y didáctico para denunciar todas las formas de opresión e injusticia.

En 1847, trabaja en la redacción de La Femme cuando se producen las primeras manifestaciones revolucionarias.

Anaïs Ségalas se implica enormemente en los movimientos sociales de 1848, colaborando en el Journal des femmes fundado por Fanny Richaume, un periódico cristiano moderado que reclamaba los derechos civiles y la educación para las mujeres.

Para El Tintamarre del 16 de mayo: «Madame Ségalas, a la cual conocemos por sus maravillosos poemas, ha hecho tregua de su musa habitual para darnos una agradable comedia en prosa.

Madame Anaïs Ségalas sigue siendo poeta y demuestra un gran espíritu.

En 1864, Magnin publicó una colección de 36 poemas, Nos Bons Parisiens, que fue un gran éxito.

Los críticos no entienden cómo la autora "podría haber cometido tal indiscreción".

Tras expresar este moralismo, Ségalas estará presente en los libros de texto escolares durante mucho tiempo.

Ese mismo año, publica les Poésies pour tous con Alphonse Lemerre y Les Jeunes Gens à marier con Auguste Clavel, dos textos en la misma línea moralizante.

En la placa muestra una postal de la época coronada por una cruz rota, en la cual se colocó un medallón en relieve como el ejecutado en 1843 por los talleres de David d'Angers, el cual ahora está desaparecido.

Les Algériennes, de Anaïs Ségalas.