Su hijo, Santos Dominici, fue un miembro notable de la sociedad médica venezolana.
Exiliado a causa de sus simpatías conservadoras durante la Guerra Federal, regresó a Venezuela después de 1863 y se instaló en Carúpano donde ejerció su profesión.
[2] Atraído por Antonio Guzmán Blanco, concurre como senador por el estado Cumaná al Congreso de 1880.
Ese mismo año, preside la Comisión Revisora de los Códigos Nacionales y ocupa la presidencia del estado Oriente.
Como novelista, publicó en El Cojo Ilustrado, Juliana la lavandera y La viuda del pescador en 1893.