Si bien el análisis de contenido es a menudo cuantitativo, los investigadores conceptualizan la técnica como métodos inherentemente mixtos porque la codificación textual requiere un alto grado de interpretación cualitativa.
Esta técnica tiene desventajas porque los resultados de los motores de búsqueda son poco sistemáticos y no aleatorios, lo que los hace poco confiables para obtener una muestra imparcial.
[7] Los cambios en el material en línea pueden hacer que clasificar el contenido (paso 3) sea más desafiante.
Debido a que el contenido en línea puede cambiar con frecuencia, es particularmente importante tener en cuenta el período de tiempo durante el cual se recoge la muestra.
Un paso útil es archivar el contenido de muestra para evitar que se realicen cambios.
[2] Los investigadores recomiendan definir clara y sistemáticamente en qué consiste una página web, o reducir el tamaño de la unidad de contexto a una característica en un sitio web.
[3] Los investigadores también han utilizado unidades de comunicación en línea más discretas, como comentarios en la web[8] o tweets.
[9] Si bien estos métodos son fundamentalmente reduccionistas en la forma en que interpretan el texto, pueden ser muy útiles si se aplican y validan correctamente.
El algoritmo se puede aplicar para analizar automáticamente el resto de los documentos en el corpus.