En la actualidad su población censada asciende a 7000 personas repartidas en 48 comunidades que se ubican en las provincias de Puerto Inca (Huánuco), Chanchamayo (Junín) y Oxapampa (Pasco), en cerca de 35 comunidades nativas asentadas en torno a La Merced, San Luis de Shuaro, Sogorno, Oxapampa, Villa Rica, Palcazú y alrededor del Parque Nacional Yanachaga-Chemillén.
El padre Francisco de San José llegó a fundar reducciones indígenas en el Cerro de la Sal, en Quimiri y otros lugares cercanos, pero la gran rebelión indígena acaudillada por Juan Santos Atahualpa en 1742, acaba con ellos y mantiene la región cerrada por varias décadas.
Durante el siglo XIX, la zona es nuevamente abierta por expediciones que buscan establecer rutas hacia la selva baja y por intentos de colonización como el que promueve el gobierno con la llegada de inmigrantes alemanes a Pozuzo.
Esta situación los llevó a agruparse en un Congreso Amuesha y luego en la Federación Yanesha, siendo esta etnia de las primeras que tuvo una organización gremial.
En los eventos o ceremonias especiales se usa una banda, así como una especie de pandereta como instrumento musical.