Por vecindad territorial, el pueblo shipibo, de familia etnolingüística pano, también usa esta prenda, pintándola con su peculiar iconografía.
[1] Si bien la base estructural es la misma, cada pueblo distingue sus cushmas con juegos de color y diseños propios.
Esto se observa en los tipos de semillas, huesos y plumas con que las decoran, así como en los diseños pintados con tintes naturales o los motivos tejidos en color contrastante -por lo general dos, a veces tres- en forma de bandas verticales u horizontales.
La cushma se fabrica con hilo de algodón nativo en colores básicos blanco-marfil y marrones.
Esto se nota con mayor claridad en los pueblos en contacto cotidiano e intensivo con la "modernidad" debido a su ubicación geográfica, asháninkas y yáneshas de la selva central, principalmente.