[nota 3] Cursó estudios avanzados de piano y comenzó a dar clases particulares.
Participó junto a César Fernández Díaz en la comisión que promovió la creación del Ateneo de Zamora.
En esta época dio recitales de piano con el violinista zamorano Antonio Arias Gago.
[2] Se presentó y aprobó las oposiciones en Telefónica trabajando como comercial de ventas en Zamora.
[3] En Madrid acudía a los conciertos y conferencias del Ateneo, y asistía a tertulias literarias de los cafés, en una de ellas conoció al que sería su marido, Ramón J. Sender (aunque otras fuentes sitúan el encuentro mientras trabajaba, militando ambos en organizaciones anarquistas).
En aquellos días trató de conseguir un pasaporte para irse a Portugal y poder reunirse con su marido e intentó comunicarse por teléfono con él.
[4][nota 4][5] Tras la denuncia no recibió visitas ni atenciones en prisión por parte de su familia.