Es un par delgado pero resistente de membranas transparentes que sostienen un embrión en desarrollo (y más tarde un feto) hasta poco antes del nacimiento.La membrana externa, el corion, contiene el amnios y es parte de la placenta.[1] Durante el embarazo, dicho líquido amniótico aumenta en volumen a medida que el feto crece.El líquido amniótico cumple numerosas funciones para el feto: El trastorno[2] por el que se presenta una cantidad excesiva de líquido amniótico se denomina polihidramnios o hidramnios, que con frecuencia acompaña a los embarazos múltiples (mellizos o trillizos), anomalías congénitas o a la diabetes gestacional.[3] Las cantidades anormales de líquido amniótico pueden motivar un control adicional del embarazo.