El Royal Yacht Squadron británico, que había preparado para la ocasión a 14 yates, desafió al New York Yacht Club, que decidió participar en la contienda con la goleta America, en un recorrido que rodearía la isla de Wight.
La America venció con 8 minutos de ventaja sobre la segunda, la británica Aurora, adjudicándose la copa que había sido otorgada como premio para celebrar la primera exposición universal de Londres.
Cuando la reina Victoria escuchó hablar de la victoria de la America, preguntó qué barco había llegado en segundo lugar y, le respondieron: "There is no second, your Majesty" ("No hay segundo, Majestad").
Permaneció en servicio hasta 1873, cuando fue dada de baja y vendida a un exgeneral y político, Benjamin Franklin Butler, que la tuvo en condiciones de servicio y la hizo participar en diferentes competiciones.
Finalmente los restos de la estructura y la America fueron quemadas en 1945.