Amelia Bloomer

Su nombre quedó asociado con el estilo de vestimenta femenina conocido como «Bloomer's» (bombacha).

Consistía en una larga túnica ligeramente sujeta a la cintura y unos pantalones ajustados al tobillo.

En dicha publicación, Bloomer promovía un cambió en la vestimenta de las mujeres que resultase menos restrictiva para sus actividades:

En 1851, la activista por la templanza Elizabeth Smith Miller adoptó lo que ella consideraba una vestimenta más racional: pantalones sueltos fruncidos en los tobillos, coronados por un vestido corto o falda y chaleco.

La propia Bloomer abandonó esta moda en 1859, declarando que un nuevo invento, el miriñaque, era una reforma suficiente para volver al vestido convencional.