Ambrosio Salazar

Ante ello, Salazar se trasladó al lugar con sus hombres donde, reunido con los comasinos, organizó lo que sería la emboscada de Sierralumi el 2 de marzo de 1882, en la cual el pelotón chileno fue derrotado y puesto en fuga lográndole tomar todo el botín que había requisado en su expedición, junto con algunas armas y caballos de los muertos.

En los días siguientes, la fuerza a su mando participó en el combate de San Juan Cruz y las acciones sostenidas hasta la retirada de la expedición chilena del coronel Estanislao del Canto.

En mayo de 1883, con el rango de teniente coronel, fue comisionado por el general Cáceres para organizar nuevas fuerzas en Izcuchaca y reunirse con las que mandaba el coronel Justo Pastor Dávila.

Debido a esto, no participó en la marcha al norte del ejército peruano que culminó en su derrota en la batalla de Huamachuco.

A pesar de este desastre, continuó combatiendo el resto de la guerra, participando en las acciones contra la expedición del coronel Martiniano Urriola.

Ambrosio Salazar dirigió a los guerrilleros comasinos en la emboscada de Sierralumi .