Fabricado por primera vez por el químico francés Louis Nicolas Vauquelin en 1809 a partir de unas muestras de crocoita, un mineral rojo anaranjado compuesto por cromato de plomo y descubierto por Johann Gottlob Lehmann (1719-1767, médico, científico y geólogo alemán, en año 1761 y por Peter Simon Pallas en 1770.
El pigmento se usó hasta 1870, cuando se abandonó su uso por la poca estabilidad y poca resistencia a la luz.
Presenta elevada toxicidad debido a su composición de plomo y cromo (VI), ambas sustancias cancerígenas.
Vincent van Gogh usó este pigmento en sus famosos girasoles, que deben su misterioso y enigmático color a la descomposición del cromato de plomo por efecto de la exposición a la luz, convirtiendo el amarillo brillante original en un tono pardo verdoso sucio.
Materiales y técnicas del arte (2ª edición).