En 2011, el líder libio Muamar el-Gadafi fue ejecutado tras 40 años de dictadura en una guerra civil.
[1] En algunas ocasiones el Gobierno tuvo incluso que pagar a las milicias para que desbloquearan ciudades y enclaves petroleros,[2] e incluso se rumoreó la creación de una fuerza de élite para proteger al Primer Ministro.
En el Este del país (Cirenaica) las tribus que conformaban el Ejército rápidamente dieron su espalda Gadafi en 2011 y las deserciones fueron masivas, mientras que en el Oeste éstas permanecieron leales y fueron los civiles quienes tuvieron un papel más prominente en la lucha.
La mayoría de los combatientes civiles tenían pues una visión muy negativa del orden castrense.
[8] Dentro de sus filas, los altos rangos representaban el 85%, mientras que los soldados rasos eran el 15% restante.
Tras varias semanas de ultimátum, en mayo, Haftar anunció una operación militar, llamada oficialmente Operación Dignidad, para deponer al Congreso y derrotar a las milicias en las que éste se apoyaba.
Acto seguido, el general Mokhtar Farnana, hablando en nombre de la Operación Dignidad, dijo que el Congreso quedaba oficialmente "suspendido".
Originalmente se denominaron Qaswara (León en árabe), pero después adoptaron el nombre de Fajr Lībiyā (Amanecer Libio).
Además, todos los grupos dentro del Amanecer veían con recelo los lazos que dicha localidad mantenía con antiguos elementos del régimen de Gadafi, temiendo que orquestaran una contrarrevolución.
Además, el reino de Arabia Saudita, que considera la Hermandad una amenaza a su visión puritana del Islam, se unió a las dos naciones para lanzar una campaña política y diplomática contra el Congreso General.