Hija mayor del matrimonio de Don José Ramón Simoni y Doña Manuela Argilagos.
Los jóvenes se habían enamorado, a pesar de la desaprobación del padre de Amalia, el Dr. Simoni, quien se oponía a la relación porque Agramonte era menos adinerado que Amalia.
Conforme avanzaba la guerra, Ignacio iba ganando prominencia en las fuerzas independentistas cubanas.
Amalia, embarazada por segunda vez y al cuidado del pequeño Ernesto, fue capturada por fuerzas enemigas, enviada a prisión y posteriormente al exilio.
Al concluir la guerra, en 1898, finaliza definitivamente la dominación española en Cuba y los exiliados cubanos comienzan a regresar.